Se compite como se entrena
Es un axioma que todo entrenador repite a sus pupilos. Aquí no estamos para seguir las instrucciones de ningún entrenador que nos llevé a ganar. En el "deporte salud" el objetivo es disfrutar cada minuto que hacemos deporte. Ya sea entrenando, ya sea compitiendo.
Es cierto que como ser humano, queremos ponernos a prueba y llegar a límites que a priori nos vemos incapaces de lograr, pero siempre hay que disfrutar el proceso.
Por este motivo, para dar el mayor rendimiento en una prueba competitiva, aunque la competencia sea con uno mismo hay que planificar como nos vamos a preparar para tener éxito en la misma.
En el caso de pruebas de larga distancia, ya sea correr, ciclismo o triatlón, una parte muy importante de la preparación es la nutrición. Tanto en el día a día del entrenamiento para que este se optimice, como el día de la prueba. Otro axioma que se remite siempre es que no se prueba nada el día de la competición. Con lo que uno además de llevar su ropa deportiva con la que ya ha entrenado, tiene que haber entrenado lo que tomar para ir recuperando el combustible que irremediablemente iremos quemando en dichas pruebas de larga distancia.
En una prueba de larga distancia, un 40% es el entrenamiento, un 20% la cabeza , 10% la suerte y un 30% la nutrición. Temas como hidratarse convenientemente, recuperar el glucógeno que vamos perdiendo, (aparte energético de emergencia), el que primero utiliza el cuerpo, así como ser capaz de tirar de las grasas cuando se hace ejercicio, tienen que ser parte del día a día de nuestro entrenamiento.
Cuando tenemos un esquema de entrenamiento que nos prepara para las condiciones que nos encontraremos en la competición, un sistema de alimentación para que el organismo no se quede sin combustible "pájara", estamos incrementando mucho nuestras posibilidades de llegar a los objetivos marcados, porque la confianza que se gana, refuerza sobremanera el apartado mental, que nos dará la fuerza para resolver y afrontar todas las dificultades que nos podamos ir encontrando.
Todos vamos encontrando nuestro sistema, el sistema que nos funciona. Pero siempre hay que estar atentos a poder mejorarlo, sobre todo cuando esta mejora es necesario porque tras un objetivo logrado, se presenta el siguiente, un poco, o mucho más ambicioso.
Es cierto que como ser humano, queremos ponernos a prueba y llegar a límites que a priori nos vemos incapaces de lograr, pero siempre hay que disfrutar el proceso.
Por este motivo, para dar el mayor rendimiento en una prueba competitiva, aunque la competencia sea con uno mismo hay que planificar como nos vamos a preparar para tener éxito en la misma.
En el caso de pruebas de larga distancia, ya sea correr, ciclismo o triatlón, una parte muy importante de la preparación es la nutrición. Tanto en el día a día del entrenamiento para que este se optimice, como el día de la prueba. Otro axioma que se remite siempre es que no se prueba nada el día de la competición. Con lo que uno además de llevar su ropa deportiva con la que ya ha entrenado, tiene que haber entrenado lo que tomar para ir recuperando el combustible que irremediablemente iremos quemando en dichas pruebas de larga distancia.
En una prueba de larga distancia, un 40% es el entrenamiento, un 20% la cabeza , 10% la suerte y un 30% la nutrición. Temas como hidratarse convenientemente, recuperar el glucógeno que vamos perdiendo, (aparte energético de emergencia), el que primero utiliza el cuerpo, así como ser capaz de tirar de las grasas cuando se hace ejercicio, tienen que ser parte del día a día de nuestro entrenamiento.
Cuando tenemos un esquema de entrenamiento que nos prepara para las condiciones que nos encontraremos en la competición, un sistema de alimentación para que el organismo no se quede sin combustible "pájara", estamos incrementando mucho nuestras posibilidades de llegar a los objetivos marcados, porque la confianza que se gana, refuerza sobremanera el apartado mental, que nos dará la fuerza para resolver y afrontar todas las dificultades que nos podamos ir encontrando.
Todos vamos encontrando nuestro sistema, el sistema que nos funciona. Pero siempre hay que estar atentos a poder mejorarlo, sobre todo cuando esta mejora es necesario porque tras un objetivo logrado, se presenta el siguiente, un poco, o mucho más ambicioso.
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