@j2lg ••• Joseluis

Un edificio destaca en la N-1 km 170. Un edificio moderno con personalidad que le hace a uno despegar la mirada de la carretera por unos segundos, eso si, nunca suficiente para admirar toda su belleza. Si además de la belleza del edificio, nos damos cuenta que es una bodega, del Grupo Faustino, bodega diseñada por el gran arquitecto, Norman Foster, la visita, no solo es obligada, sino deseada. EL plan del sábado no puede ser más prometedor. Reserva en el restaurante de la bodega, en plena comarca Ribera del Duero, para degustar la especialidad de la zona, cochinillo y como no, regado por un vino de la propia bodega.Y el plato fuerte para después del café, visita a las bodegas. (www.bodegasportia.com). Vista desde el Restaurante La Catedral He tenido la oportunidad de visitar otras bodegas como la bodega de Marqués de Riscal, en Elciego. que cuenta con un nuevo edificio diseñado por el arquitecto canadiense Frank Gehry que acoge el hotel Marqués de Riscal.

Este fin de semana he tenido la gran suerte de poder acercarme a A Coruña. Como no puede ser de otra forma, las celebraciones en España en general y en Galicia en particular se hacen compartiendo además de la alegría del encuentro, la alegría de degustar ricos y espectaculares manjares que la gastronomía gallega nos ofrece. El más conocido y no por ello deja de ser la estrella es el marisco.  Es un tópico recurrente, el marisco gallego es el mejor. Pero es un tópico que nunca deja de ser realidad. Día a día delante de un espectacular pulpo o un Centollo que enamora, uno no deja de sorprenderse con la calidad que no mengua. La vida está llena de sinsabores, problemas, puntos de mejora, pero también está llena de pausa, disfrute, buena mesa, buen vino y la alegría de compartir todo eso con la gente que se quiere. A Coruña tiene algo especial, es una ciudad que mejora día a día y desde luego, tener la posibilidad de degustar el mejor marisco es una suerte, un privilegio.

Si hay algo cierto es que las películas americanas nos han acercado al estilo de vida americano, costumbres, forma de vivir, trabajar, relacionarse, ... Hasta tal punto que cuando uno visita por primera vez alguna de sus ciudades emblemáticas, como por ejemplo Nueva York, no se siente sorprendido, es como si la conociese de toda la vida. Nadie diría que es la primera vez que uno la visita. Y es que realmente hemos estado a través de sus películas muchas veces. Una de las costumbres americanas que siempre me han parecido divertidas, inteligentes y muy sanas es la aquella, muy común en las películas que comentamos, de poner todos los trastos viejos y usados que ya no se usan pero que no podrían tener una utilidad para alguien en la puerta del garaje y venderlos a todo el que se acerque. El mercadillo de las cosas de casa que suele surgir en momento de mudanza. En España es una costumbre que yo no he visto. Me encantaría ver a mis vecinos salir a la calle con sus trastos y orga

Cuando uno viaja y hace turismo por alguna gran ciudad, uno de los puntos fijos en el mapa a visitar es el museo principal de la ciudad. Correr por los pasillos del Louvre, National Gallery, Guggenheim, Moma, es un clásico.  Al final siempre te quedas con la sensación de que lo podrás incluir con un tick de Hecho pero que no lo has disfrutado para nada. Siempre pensé que si tuviera la oportunidad me gustaría poder ir a un Museo por una hora, disfrutar una sala, incluso un cuadro y salir, sin empacho, aprendiendo y disfrutando el momento. Acompañado de una mañana soleada y un aperitivo al sol puede ser uno de los mejores planes del domingo. Esta idea que me rondo mucho año, fue una realidad hace dos años. A través de un amigo, tuve conocimiento de la Fundación de Amigos del Prado. (http://www.amigosmuseoprado.org) Por una módica cantidad que en el caso de carnet familiar es más económica si cabe tienes acceso sin limitación al Museo. Dicho y hecho, por fin he podido