Último test antes del gran reto ... ¡Triatlon Memorial Onditz San Sebastian 2018!


Este domingo fue mi sexta participación en el Triatlón Olímpico Memorial Onditz San Sebastián. Fue mi primer Triatlón Olimpico y el objetivo deportivo del año 2012. Fue el inicio en este apasionante deporte. En el 2012, ser Finisher de un Triatlón Olímpico era un gran reto. No hay retos grandes y pequeños, hay retos que te mantienen motivado. 

Más allá de ser de San Sebastián, más alla de haber sido mi primer Triatlón Olímpico, la razón que me mueve a querer hacerlo todos los años es porque es uno de los triatlones más bonitos que hay. Desde el 2012 sólo he faltado un año a la cita, en el año 2015. ¿Qué pasó? Qué ese fin de semana estaba en Niza participando en mi primer Ironman. 

Por todo lo expuesto y sobre todo por lo mucho que lo disfruto, repetir es la ópción. Siempre con el handicap de que, la corta distancia no es la que mejor se adapta a mis características. Nado mal, lo cual es un problema para llegar a la bici a tiempo para entrar en una grupeta que te haga ir más rápido. En la bici voy mejorando, pero me gusta que la estrategia y el grupo de bici fuerte, no tenga nada que ver en tu desempeño. Me gusta más que en el triatlón no haya drafting. Una lucha contra uno mismo. En la carrera, aunque es mi mejor sector, no soy explosivo y rápido. Mis fortaleza van más por tener cabeza, capacidad de sufriento e ir constante a lo largo de los km. Como dijo un gran amigo, eres un motor diesel ... jajajaja .... Dicho lo cual no hay excusa. Nunca dejar de hacer algo que se disfruta. Y el aliciente de mejorar cada año es muy fuerte.

Siempre es un placer este triatlón. Este año además el tiempo no era bueno, era perfecto. Sol, calor, pero sin ser agobiante. Ideal para mí. Para ser del norte, como me gusta el buen tiempo ... Más que celta, ... parezco ibero. El recorrido es uno de los más bonitos que hay. Si el tiempo acompaña, ser roza la perfección.

Nadar en la bahía de la Concha es un impagable. Mar, una de las playas más bonitas que hay, una vuelta rodeando los barcos fondeados en la bahía, tirando hacia el puerto y afrontando en la última parte la playa. Además, como la participación es numerosa pero no excesiva, la salida, a la viaja usanza. Todos a una. A pesar de ello, no hay demasiados golpes en el agua. 

El sector de la bici, es lo más diferencial. Es un recorrido duro. Muy duro, para ser un Olímpico. Nada más empezar, se afrontan dos repechos en la salida de la ciudad, que son cortos, si, pero duros. Vamos que de estar en horizontal no da mucho tiempo para bromas y hay que ponerse serios sobre la bici. Después un tramo llano tirando a rápido por la carretera de la costa que nos lleva a Orio. Es una gozada si vas en una buena grupeta y peor si vas en solitario. Aunque si vas solo, siempre se puede pensar que es mejor entreno para el Ironman, jajaja. Tiempo para recuperar. Estos dos últimos años, he podido ir en grupeta, y además de mejorar tiempos, he llegado a pie de puerto, a tope de fuerzas. Una vez en Orio, toca subir. Es un ritual, despedirse de los compañeros de grupeta. En el puerto ya cada uno con sus propias fuertas, jajaja ... Rampas exigentes. Cortas. Para un ciclista asumible, pero de cualquier forma, cuando vas rápido, duro. Nada que ver llegar en forma,  a llegar justo. La subida muy muy bonita, con mucha gente animando. Una vez que se corona la cima, vista al mar, vistas increibles y a bajar desde el Monte Igueldo hacía San Sebastián. Con cuidado, tramos peligrosos, pero siempre arriesgando, aunque sea un poco, que es un tramo muy rápido.

La carrera, en el paseo marítimo, quizas el más bonito que he conocido. Si ya se que aquí se nota que soy Donostiarra. Pero nadie duda que es un lujazo. Tres vueltas. Desde la Concha al Club de Tenis. Practicamente llano. A la ida picando abajo, y la vuelta ligera subida. LLeno de gente animando. En este año, las playas, llenas a rebosar. El mar en calma y con un color azul envidaible ... para volver a la playa a nadar y dejarse de correr.   jajajajaja

Enlo personal, este año he mejorado en los 3 tramos, natación, bici y carrera. Eso sí, la transición T1 me la tome con calma ... jajajaja. Estoy a 4 semanas del Ironman de Zurich y el domingo complete  un tiempo 4 minutos mejor que hace justo un año, que estaba a 2 semanas del Ironman de Frankfurt. Las perspectivas no pueden ser mejores. Obviamente, muy contento. 

Lo más importante es lo que se disfruta. No me estraña que sea un deporte adictivo. En este Triatlón al igual que en la Behobia - San Sebastián, al haberlo hecho tantas veces, tengo experiencias de todo tipo. Sufriendo con baja forma y en los ultimos años, la bonita sensación de ir mejorando cada año el mejor tiempo del año anterior. El primero cada vez me saca menos tiempo, jajaja ... Una forma de verlo muy positiva, mi mejora es mayor que la de los top. jajajaja ... Este año además la motivación de estrenar tritraje. El tritraje con el que competiré en el Ironman de Zurich. La verdad es que he cambiado por no salir igual en todos los Ironman Jajajaja ...!! Eso me pasa por hacer más de uno.

Voy cumpliendo años y voy mejorando. Se diría que lo hago a proposito para seguir motivado. Un poco de mejora cada año y dejando margen para mejorar el siguiente jajajaja ... Eso si, cada año es más difícil. Creo que cuando llegue al punto de inflexion en el que no mejoré, disfrutaré de otras cosas, pero seguiré participando, porque es una pena perderse un fin de semana como este. ¡Deporte salud ... ! 

La conclusión es clara. Es un triatlón que todo el mundo debería probar. No he conocido a nadie que lo termine y sienta que está decepcionado ... Cuando una prueba es mítica, este año se ha celebrado su 33 edición, es por algo. Los galones y misticismo no son casualidad. Es el esfuerzo de una muy buena organización y unos participantes que disfrutan el deporte. Os recomiendo ver el video que ha preparado TriatlonChannel en YouTube sobre la edición de este año. 

¡Seguimos disfrutando!

@j2lg - Jose Luis 

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