IronMan de Lanzarote 2016

"If you never Tri you´ll never now"

Ironman de Lanzarote. Nunca pensé que fuese capaz de plantearme el poder hacerlo y menos aun imaginarme la sensación que se vive al terminarlo. El 21 de mayo de 2016 se cumplió el sueño.

No ha sido el primero. La prueba de fuego fue en el 2015: el Ironman de Niza. Sin embargo, fue igualmente un reto para ilusionarte desde el momento inicial, ese momento en el que me inscribí a la prueba. Tras la confirmación supe que el 2015 y 2016 me deparaba, muchas horas de entrenamiento en la piscina, en el rodillo, en las carreteras de Madrid y como no, en cualquier sitio en el que pudiese ponerme unas zapatillas y correr. Muchas veces solo. Muchas con grandes amigos y compañeros.

Después de la experiencia de Niza en el 2015, empezaba el reto del 2016 más fuerte, y sabiendo lo que es ser "finisher" de un Ironman. No tenia claro si sería suficiente para compensar la dureza del Ironman de Lanzarote. Uno de los más duros del mundo, por su perfil en la bici, con la subida al Mirador del Rio como punto culminante y sobre todo, por ese viento en la isla que te acompaña a lo largo de los 180 km de la prueba en bicicleta para recordarte que el reto está a la altura.

La conclusión no ha podido ser más positiva. Lo he disfrutado más incluso que el de Niza. Cada una de las pruebas ha sido una experiencia irrepetible. Me he divertido muchísimo. 

Es increíble nadar en la playa de Puerto del Carmen. Todo un lujo estar en la salida rodeado de cerca de 2.000 compañeros de viaje. Como anécdota, susto, estar nadando y ver a un buzo que te está grabando desde el fondo. Uno tiene que salir digno hasta con neopreno. Ver los peces, el fondo del mar, en unas aguas claras, un ambiente de fiesta. ¡Qué más se puede pedir!
Acabar de nadar y con la cabeza bien puesta porque el reto de la bici es duro, darte cuente a los 5 km que tu compañero de viaje ha llegado para quedarse. Es sin duda uno de los grandes protagonistas de la prueba, ese viento que sin su presencia haría que Lanzarote fuese otra prueba, perdiendo sin duda, parte de su misticismo. Es sin duda uno de los referentes de este Ironman y una de las muchas razones por las que es tan especial. Sin duda, pasar por el paisaje lunar de Timanfaya, ver las plantaciones de vid tan especiales en esta parte del mundo, diferentes a lo que se puede ver en otros sitios, y subir el Mirador del Rio, para encontrarte con La Graciosa es algo que la primera vez te marca pero que no desmerece vivirlo uno y otra vez. Ya somos varios que decimos lo mismo: "si vuelvo a repetir un Ironman, con seguridad sera el de Lanzarote".  

La carrera por la costa a través de las playas, rodeando el aeropuerto en su vuelta larga, es un lujo, lujo que se acompaña de miles de personas que valoran tu esfuerzo y te dan fuerzas y obtenerla de donde no las hay. Los voluntarios atentos a que nada te falte, los espectadores sufriendo contigo y animándote para que tu cabeza sea más y más fuerte, sin duda es lo que te hace cruzar la línea de meta. Cansado pero contento.

Lo mejor de terminar el Ironman, es saber que además de disfrutar de la carrera, es la guinda de un esfuerzo que ha durado todo el año. Se vive cada entrenamiento, pero no todos son igual de satisfactorios. Se entrena cuando no se está en mejor predisposición, porque hace frío, llueve, es temprano, tenemos poco tiempo y se hace porque se sabe que es necesario para afrontar El Ironman, uno de los referentes, uno de los duros, muy duros. Por eso, la satisfacción de llegar es infinita y esa alegría se comparte con todos, tu familia, amigos, espectadores, que están ahí para hacerte cumplir tu sueño. Y tu alegría, es sin duda su alegría.

Una experiencia única, no solo en el año, si no una experiencia vital. Algo que te llevas para siempre. Además, muy bonito saber que has sido parte del 25 aniversario del Ironman de Lanzarote. Quiero dar la enhorabuena a Club la Santa, por organizar un evento en el que todo sale bien. Es difícil mejorar, cuando todo está casi perfecto. No es casualidad que haya cumplido 25 años y sea el primer Ironman que se organizó en Europa.

Todavía me emociono al ver el vídeo de la carrera. Es un sentimiento especial saber que lo has vivido desde dentro. Que para mi, además de una prueba deportiva es un momento de aprendizaje, superación, cumplir de sueños, objetivos, retos. Al final del día, estás mejor, con más energía física, parece evidente, pero sobre todo mental.

Animo a todos a empezar con el triatlón y disfrutar cada pequeño reto que uno se va marcando a lo largo de los meses, de los años, tratando de superarte día a día, conocer tus límites.

Mi próximo reto ya tiene nombre y fecha: Ironman de Frankfurt 2017.

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