IronMan Frankfurt 2017
Quien me iba a decir, cuando comencé a hacer deporte que iba a ser capaz de terminar 3 Ironman.
El titular de este Ironman podría ser que cada vez termino mejor y mas fuerte las pruebas y con el sentimiento de que tengo capacidad de mejora. Motivación increíble en este momento que me hace pensar que pudiese haber un cuarto.
Niza fue el gran reto. ¿Sería capaz de terminar un Ironman? Viéndolo con perspectiva, mucha fortaleza mental porque además de elegir una prueba dura, mi nivel de forma estaba lejos de la actual. Fue el comienzo y el que me ha dado la confianza para seguir intentando superarme. #anythingispossible
Lanzarote fue el paso obligado. Prueba mítica, localizado en España, el primero de Europa, el más duro y parecido a Kona. El Ironman soñado. Terminarlo ya no era una grata y bonita sorpresa. Aquí la alegría además de por ser capaz de terminar en buenas condiciones, vino motivada por ser capaz de terminar en un tiempo muy decente.
Como lluvia fina, sin prisas, disfrutando de mi afición voy mejorando poco a poco mi fortaleza física y forma, mis hábitos alimenticios, mi conocimiento de lo que puedo y no. En este momento dulce, ha llegado Frankfurt. En la elección, busqué disfrutar también de un Ironman más clásico, menos duro en la bici, más rápido, en el que ir acoplado juega un papel importante. Aprender una forma diferente de rodar en bici.
No puedo estar más feliz con el resultado. Lo más importante, he logrado disfrutar este Ironman tanto como los dos anteriores. He terminado muy fuerte, con ganas de seguir haciendo kms, lo que me indica que tengo margen de mejora y lo que acrecienta mis ganas de repetir la experiencia. Es una afición, no una obsesión. Me gusta disfrutar el camino, los entrenamientos que son un esfuerzo pero no un sacrificio, y lo mismo para el día de la prueba.
La natación no es mi fuerte. Mucho, pero mucho margen de mejora. Hago unos tiempo muy muy discretos. El hecho de nadar en lago, en vez de en mar, empeora todavía mis tiempos. Pero en esta ocasión, quizás he disfrutado como nunca. Hasta se me ha hecho corto. No lograré ir rápido pero si he conseguido que no sea un reto mental terminar esta prueba. Y todo en la vida tiene su parte buena. Termino tan mal la natación que luego el hecho de ir ganando posiciones te motiva. Queda mucho Ironman y son mis mejores pruebas. No lo digo yo, lo dicen los tiempos. 2000 de 3000 en natación. 800 en bicicleta y 343 corriendo.
Los nervios justo antes de comenzar a nadar alcanzan su máxima expresión. Un proceso que comienza el día anterior y termina justo cuando comienzas a nadar.
Terminar el tramo de natación es pensar en que te esperan 180 km de paisajes, esfuerzo y momentos increíbles con uno mismo. ¡Como se puede pasar tan rápido el tramo de la bicicleta!. No tengo perfil de escalador pero siempre me ha gustado pruebas de bicicleta con puertos de montaña, en la que el esfuerzo en algunos tramos es máximo y te demuestras a ti mismo que puedes y tus piernas están fuertes. Y luego se tiene la recompensa de una bajada, con aire de peligro, divertida, veloz, rápida en el que no hay que jugarse la vida en las curvas, pero que le pone a uno el punto de emoción que nunca viene mal. En esta ocasión la elección de un Ironman con un tramo ciclista no demasiado duro suponía el reto personal de aprender a rodar también en km y km de carretera acoplado con la maquina. Ser uno. Aprender a ser disciplinado con la posición. Me ha costado, y tengo la certeza que tengo mucho margen de mejora. En muchos momentos, manos al manillar y nada de estar en posición "aero". Pero me gusta el proceso de mejorar "como lluvia fina". Es una afición que quiero que dure muchos muchos años. No tengo prisa por llegar a mi tope, quiero tener la excusa de hacer el siguiente, tener margen de mejora alcanzable. Se pueden adelantar los pasos, pero existe el riesgo de saturarse mentalmente. Además, me gusta la vida que tengo y me cuesta sacrificar otras cosas que me apasionan. Entre ellas, la familia y amigos. Es una filosofía muy particular. Es la filosofía del "amateur". Cuando no compites para ganar, tienes la suerte de no tener que sacrificar cosas que supongan que dejas de disfrutar al 100%.
Ha sido toda una experiencia hacer un Ironman con dos vueltas. Los paisajes me han sorprendido muy gratamente, el hecho de pasar por Frankfurt al termino de la primera vuelta e inicio de la segunda. Los pueblos alemanes que nos hemos encontrado en el recorrido, la subida adoquinada, la subida antes de llegar a Frankfurt, el "heartbreaker" lleno de gente formando un pasillo que se va estrechando. Y luego un recuerdo muy personal. La primera vuelta más temprana, los habitantes de los pueblos sentados en las terrazas bebiendo cerveza. En la segunda vuelta, mucho menos público y un olor a carne asada y salchichas. Está claro que domingo soleado en Alemania también quiere decir tarde de asado.
El recorrido en bici tiene algunos repechos, pero en general es un recorrido rápido. Desnivel acumulado de 1.000 metros. Hay zonas en las que se alcanzan velocidades de 70 kmh. Eso, si no eres Sebastian Kinley, que hace la misma bajada a 90 kmh. En general, se alcanzan velocidades medias importantes que te permiten terminar en una muy buena media. Esa mezcla de parte de recorrido en el valle y parte de recorrido urbano lo hace divertido.
Quizás lo mejor del Ironman de Frankfurt es la carrera. Cuatro vueltas alrededor del río. Al celebrarse en domingo, está lleno de espectadores y el paisaje es increíble, mezclando los edificios de la zona antigua como la catedral y el skyline financiero, con varios edificios muy reconocibles. La mayor dificultad del recorrido es que aunque parezca sorprendente para los españoles, es muy probable que pegue el sol. Tuvimos más de 31 grados de temperatura. Como no hay mucha sobra, la diferencia entre un sol tórrido y una nube que te tapa el sol es abismal. Por ese motivo, trate de correr muy conservador. Tratando de mantener un ritmo constante, a un nivel de pulsaciones límite, porque tenía miedo de sufrir una pájara o bajón. Quizás peque de demasiado conservador, pero me permitió mantener un ritmo sostenido que hizo que terminase el Ironman muy entero. Fue muy importante beber en cada puesto de avituallamiento. Además de agua y algo de isotónico a mi me vino perfecto el Red Bull con hielo que servían. Era como tomarse un refresco en una terraza. Fue el complemento ideal a mi nutrición personal Herbalife24.
Sin duda el sector de carrera es mi mejor tramo. Eso no quiere decir que no haya que apretar los dientes y ser muy fuerte mentalmente, porque existen malos momentos. Cuando ves a muchos participantes pararse y caminar, te pasa por la cabeza la idea de hacer lo mismo. El no hacerlo, te da un plus de fuerza mental. Es importante guardar fuerzas para la carrera porque todo lo hecho antes se puede perder y lo que es aún peor, la malas sensaciones que te dejará la carrera. Es un momento de tener claro que el trabajo está hecho y que uno está capacitado para finalizar. Alimentarse bien, hidratarse y no dejar de tomar isotónico y sales para que nada impida lograr los objetivos.
Durante la carrera, pequeños hitos hicieron que fuesen pasando los km sin enterarme. Yo no suelo correr mirando el tiempo. Solo miro las pulsaciones a las que voy. Si estoy más en forma voy más rápido. Si estoy peor, voy más lento. Aunque cada km me sale el aviso del tiempo empleado en hacerlo y me puedo hacer una idea. Mi entretenimiento es más el ambiente, la gente, el paisaje, donde está situada la zona en la que te ponen las gomas que indican una vuelta más, la zona en la que cuando llegue a la cuarta vuelta, no seguiré, enfilaré la recta a meta y sobre todo, donde está situada mi familia, mi apoyo, que se emocionan al verme llegar a lo lejos, que animan, me sacan fotos y a los que indico en la vuelta final que me queda menos de una vuelta, que hay que ir moviéndose hacia la meta.
Esa línea de meta que en Frankfurt es super especial. Más larga, más alfombrada, más llena de gente y que te dirige a una de las plazas más bonitas de la ciudad, si no la más bonita. Esa recta en la que me encuentro a los míos emocionados, viéndome completar un reto más. El tercero. No es momento de apurarse y correr hacia la meta. Qué mejor homenaje que pararme, reverencia a ellos, mis grandes apoyos y besos. Besos para ellos que me han ayudado tanto en cumplir un sueño más.
Cada prueba es especial. Dicen que la última es la que más. Yo recuerdo con mucho cariño el primero porque en la línea de salida no sabía si habría recompensa. Recuerdo muy fresco el gran día en Lanzarote, el mítico, el más duro, el más bonito. Aquel el que te das cuenta de lo que eres capaz. Sin duda Frankfurt es especial porque es el Ironman en el que he terminado más entero, más fuerte.
Una vez me dieron un consejo, termina las carreras con ganas de seguir haciendo km. Creo que es un buen consejo, porque refleja un hecho. Que has disfrutado, que te lo has pasado bien. Que es una experiencia que quieres repetir. Y el día de la carrera no deja de ser el reflejo del trabajo hecho durante todo el año. No es más que la culminación de una decisión. Llevar una vida saludable. Una vida en el que el deporte es parte importante de la agenda. Deja de ser una opción que se utiliza esporádicamente, una opción para cuando no hay otra cosa que hacer. Vino para quedarse.
En este momento la satisfacción es plena por haber cumplido cada uno de los objetivos deportivos que me marqué en Septiembre del año pasado. He disfrutado mucho en el Medio Maratón de Madrid, con mi mejor marca personal, Maratón de Madrid repitiendo récord. El Half Ironman de Barcelona también fue una prueba de mucho nivel, previo al Ironman en el que las sensaciones fueron espectaculares. La prueba ciclista de El Desafío los Puertos de Guadarrama, fue un entrenamiento de calidad, por las carreteras que me ven circular todo el año. La subida que hice a Morcuera en esa prueba fue la más solida. Y la última prueba fue, como no, el Triatlón Memorial Onditz de San Sebastián, un fijo en mi calendario, en el que volví a lograr mi mejor marca personal a 14 días del Ironman.
Ha sido un año muy muy completo. Un año en el que he podido divertirme mucho. En el que deportivamente he estado más fuerte. Desde un punto de vista de nutrición, no he sido tan disciplinado. Esto también tiene un punto positivo. Tengo margen de mejora y por mi cabeza surge el reto de volver a ponerme retos ambiciosos en lo deportivo para la temporada que viene, con la intención de poder aprovechar ese potencial de mejora física, que creo, todavía tengo. Cada año me siento con más conocimiento de mis posibilidades, más conocimiento de como hacer las cosas y con ganas de vivir retos y experiencias nuevas. La base es la misma. Hacer deporte, compartirlo con la gente que vive tu misma pasión, amigos y familia y siempre disfrutar. Para mi, es una afición que quiero dure muchos años. Con mayor o menor exigencia, pero algo que como comentamos anteriormente, vino para quedarse. @j2lg
El titular de este Ironman podría ser que cada vez termino mejor y mas fuerte las pruebas y con el sentimiento de que tengo capacidad de mejora. Motivación increíble en este momento que me hace pensar que pudiese haber un cuarto.
Niza fue el gran reto. ¿Sería capaz de terminar un Ironman? Viéndolo con perspectiva, mucha fortaleza mental porque además de elegir una prueba dura, mi nivel de forma estaba lejos de la actual. Fue el comienzo y el que me ha dado la confianza para seguir intentando superarme. #anythingispossible
Lanzarote fue el paso obligado. Prueba mítica, localizado en España, el primero de Europa, el más duro y parecido a Kona. El Ironman soñado. Terminarlo ya no era una grata y bonita sorpresa. Aquí la alegría además de por ser capaz de terminar en buenas condiciones, vino motivada por ser capaz de terminar en un tiempo muy decente.
Como lluvia fina, sin prisas, disfrutando de mi afición voy mejorando poco a poco mi fortaleza física y forma, mis hábitos alimenticios, mi conocimiento de lo que puedo y no. En este momento dulce, ha llegado Frankfurt. En la elección, busqué disfrutar también de un Ironman más clásico, menos duro en la bici, más rápido, en el que ir acoplado juega un papel importante. Aprender una forma diferente de rodar en bici.
No puedo estar más feliz con el resultado. Lo más importante, he logrado disfrutar este Ironman tanto como los dos anteriores. He terminado muy fuerte, con ganas de seguir haciendo kms, lo que me indica que tengo margen de mejora y lo que acrecienta mis ganas de repetir la experiencia. Es una afición, no una obsesión. Me gusta disfrutar el camino, los entrenamientos que son un esfuerzo pero no un sacrificio, y lo mismo para el día de la prueba.
La natación no es mi fuerte. Mucho, pero mucho margen de mejora. Hago unos tiempo muy muy discretos. El hecho de nadar en lago, en vez de en mar, empeora todavía mis tiempos. Pero en esta ocasión, quizás he disfrutado como nunca. Hasta se me ha hecho corto. No lograré ir rápido pero si he conseguido que no sea un reto mental terminar esta prueba. Y todo en la vida tiene su parte buena. Termino tan mal la natación que luego el hecho de ir ganando posiciones te motiva. Queda mucho Ironman y son mis mejores pruebas. No lo digo yo, lo dicen los tiempos. 2000 de 3000 en natación. 800 en bicicleta y 343 corriendo.
Los nervios justo antes de comenzar a nadar alcanzan su máxima expresión. Un proceso que comienza el día anterior y termina justo cuando comienzas a nadar.
Terminar el tramo de natación es pensar en que te esperan 180 km de paisajes, esfuerzo y momentos increíbles con uno mismo. ¡Como se puede pasar tan rápido el tramo de la bicicleta!. No tengo perfil de escalador pero siempre me ha gustado pruebas de bicicleta con puertos de montaña, en la que el esfuerzo en algunos tramos es máximo y te demuestras a ti mismo que puedes y tus piernas están fuertes. Y luego se tiene la recompensa de una bajada, con aire de peligro, divertida, veloz, rápida en el que no hay que jugarse la vida en las curvas, pero que le pone a uno el punto de emoción que nunca viene mal. En esta ocasión la elección de un Ironman con un tramo ciclista no demasiado duro suponía el reto personal de aprender a rodar también en km y km de carretera acoplado con la maquina. Ser uno. Aprender a ser disciplinado con la posición. Me ha costado, y tengo la certeza que tengo mucho margen de mejora. En muchos momentos, manos al manillar y nada de estar en posición "aero". Pero me gusta el proceso de mejorar "como lluvia fina". Es una afición que quiero que dure muchos muchos años. No tengo prisa por llegar a mi tope, quiero tener la excusa de hacer el siguiente, tener margen de mejora alcanzable. Se pueden adelantar los pasos, pero existe el riesgo de saturarse mentalmente. Además, me gusta la vida que tengo y me cuesta sacrificar otras cosas que me apasionan. Entre ellas, la familia y amigos. Es una filosofía muy particular. Es la filosofía del "amateur". Cuando no compites para ganar, tienes la suerte de no tener que sacrificar cosas que supongan que dejas de disfrutar al 100%.
Ha sido toda una experiencia hacer un Ironman con dos vueltas. Los paisajes me han sorprendido muy gratamente, el hecho de pasar por Frankfurt al termino de la primera vuelta e inicio de la segunda. Los pueblos alemanes que nos hemos encontrado en el recorrido, la subida adoquinada, la subida antes de llegar a Frankfurt, el "heartbreaker" lleno de gente formando un pasillo que se va estrechando. Y luego un recuerdo muy personal. La primera vuelta más temprana, los habitantes de los pueblos sentados en las terrazas bebiendo cerveza. En la segunda vuelta, mucho menos público y un olor a carne asada y salchichas. Está claro que domingo soleado en Alemania también quiere decir tarde de asado.
El recorrido en bici tiene algunos repechos, pero en general es un recorrido rápido. Desnivel acumulado de 1.000 metros. Hay zonas en las que se alcanzan velocidades de 70 kmh. Eso, si no eres Sebastian Kinley, que hace la misma bajada a 90 kmh. En general, se alcanzan velocidades medias importantes que te permiten terminar en una muy buena media. Esa mezcla de parte de recorrido en el valle y parte de recorrido urbano lo hace divertido.
Quizás lo mejor del Ironman de Frankfurt es la carrera. Cuatro vueltas alrededor del río. Al celebrarse en domingo, está lleno de espectadores y el paisaje es increíble, mezclando los edificios de la zona antigua como la catedral y el skyline financiero, con varios edificios muy reconocibles. La mayor dificultad del recorrido es que aunque parezca sorprendente para los españoles, es muy probable que pegue el sol. Tuvimos más de 31 grados de temperatura. Como no hay mucha sobra, la diferencia entre un sol tórrido y una nube que te tapa el sol es abismal. Por ese motivo, trate de correr muy conservador. Tratando de mantener un ritmo constante, a un nivel de pulsaciones límite, porque tenía miedo de sufrir una pájara o bajón. Quizás peque de demasiado conservador, pero me permitió mantener un ritmo sostenido que hizo que terminase el Ironman muy entero. Fue muy importante beber en cada puesto de avituallamiento. Además de agua y algo de isotónico a mi me vino perfecto el Red Bull con hielo que servían. Era como tomarse un refresco en una terraza. Fue el complemento ideal a mi nutrición personal Herbalife24.
Sin duda el sector de carrera es mi mejor tramo. Eso no quiere decir que no haya que apretar los dientes y ser muy fuerte mentalmente, porque existen malos momentos. Cuando ves a muchos participantes pararse y caminar, te pasa por la cabeza la idea de hacer lo mismo. El no hacerlo, te da un plus de fuerza mental. Es importante guardar fuerzas para la carrera porque todo lo hecho antes se puede perder y lo que es aún peor, la malas sensaciones que te dejará la carrera. Es un momento de tener claro que el trabajo está hecho y que uno está capacitado para finalizar. Alimentarse bien, hidratarse y no dejar de tomar isotónico y sales para que nada impida lograr los objetivos.
Durante la carrera, pequeños hitos hicieron que fuesen pasando los km sin enterarme. Yo no suelo correr mirando el tiempo. Solo miro las pulsaciones a las que voy. Si estoy más en forma voy más rápido. Si estoy peor, voy más lento. Aunque cada km me sale el aviso del tiempo empleado en hacerlo y me puedo hacer una idea. Mi entretenimiento es más el ambiente, la gente, el paisaje, donde está situada la zona en la que te ponen las gomas que indican una vuelta más, la zona en la que cuando llegue a la cuarta vuelta, no seguiré, enfilaré la recta a meta y sobre todo, donde está situada mi familia, mi apoyo, que se emocionan al verme llegar a lo lejos, que animan, me sacan fotos y a los que indico en la vuelta final que me queda menos de una vuelta, que hay que ir moviéndose hacia la meta.
Esa línea de meta que en Frankfurt es super especial. Más larga, más alfombrada, más llena de gente y que te dirige a una de las plazas más bonitas de la ciudad, si no la más bonita. Esa recta en la que me encuentro a los míos emocionados, viéndome completar un reto más. El tercero. No es momento de apurarse y correr hacia la meta. Qué mejor homenaje que pararme, reverencia a ellos, mis grandes apoyos y besos. Besos para ellos que me han ayudado tanto en cumplir un sueño más.
Cada prueba es especial. Dicen que la última es la que más. Yo recuerdo con mucho cariño el primero porque en la línea de salida no sabía si habría recompensa. Recuerdo muy fresco el gran día en Lanzarote, el mítico, el más duro, el más bonito. Aquel el que te das cuenta de lo que eres capaz. Sin duda Frankfurt es especial porque es el Ironman en el que he terminado más entero, más fuerte.
Una vez me dieron un consejo, termina las carreras con ganas de seguir haciendo km. Creo que es un buen consejo, porque refleja un hecho. Que has disfrutado, que te lo has pasado bien. Que es una experiencia que quieres repetir. Y el día de la carrera no deja de ser el reflejo del trabajo hecho durante todo el año. No es más que la culminación de una decisión. Llevar una vida saludable. Una vida en el que el deporte es parte importante de la agenda. Deja de ser una opción que se utiliza esporádicamente, una opción para cuando no hay otra cosa que hacer. Vino para quedarse.
En este momento la satisfacción es plena por haber cumplido cada uno de los objetivos deportivos que me marqué en Septiembre del año pasado. He disfrutado mucho en el Medio Maratón de Madrid, con mi mejor marca personal, Maratón de Madrid repitiendo récord. El Half Ironman de Barcelona también fue una prueba de mucho nivel, previo al Ironman en el que las sensaciones fueron espectaculares. La prueba ciclista de El Desafío los Puertos de Guadarrama, fue un entrenamiento de calidad, por las carreteras que me ven circular todo el año. La subida que hice a Morcuera en esa prueba fue la más solida. Y la última prueba fue, como no, el Triatlón Memorial Onditz de San Sebastián, un fijo en mi calendario, en el que volví a lograr mi mejor marca personal a 14 días del Ironman.
Ha sido un año muy muy completo. Un año en el que he podido divertirme mucho. En el que deportivamente he estado más fuerte. Desde un punto de vista de nutrición, no he sido tan disciplinado. Esto también tiene un punto positivo. Tengo margen de mejora y por mi cabeza surge el reto de volver a ponerme retos ambiciosos en lo deportivo para la temporada que viene, con la intención de poder aprovechar ese potencial de mejora física, que creo, todavía tengo. Cada año me siento con más conocimiento de mis posibilidades, más conocimiento de como hacer las cosas y con ganas de vivir retos y experiencias nuevas. La base es la misma. Hacer deporte, compartirlo con la gente que vive tu misma pasión, amigos y familia y siempre disfrutar. Para mi, es una afición que quiero dure muchos años. Con mayor o menor exigencia, pero algo que como comentamos anteriormente, vino para quedarse. @j2lg
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